La escuela tiene una historia de más de 30 años en el barrio de Puerta del Ángel y hemos sido testigos de varias generaciones de músicos, bailarines y actores, jóvenes y mayores, profesionales y amateurs, pero todos artistas. Hemos formado a jóvenes con talento con vocación profesional, pero creemos que la formación artística no es solo para ellos, sino que es enormemente beneficiosa para cualquier persona. El desarrollo de la sensibilidad artística y de las habilidades psicomotrices, y la satisfacción resultante del esfuerzo personal que conlleva, son aspectos que aportan bienestar y calidad de vida a cualquier edad.